A la vuelta de la esquina puede haber:
un pájaro que enfrentó la tempestad y está volando,
un sol de invierno para dorar la noche,
un pez que nada entre los dedos fríos,
unos ojos mojados de tristeza,
letras negras incrustadas en mi rojo corazón,
un amor inapagable como la vela que arde sin cesar desde las diez,
la dulce oscuridad de una noche dormida,
el olor de la comida que se hace lenta como la lluvia,
un animal indómito en medio de los ojos,
la acera de enfrente,
el óxido de hierro y su dulzor a beso mordido entre los labios,
mi alma que se ha ido en un vuelo,
la luz que tiene adentro mi ternura,
la belleza del mundo que se hace en nuestras manos, pese a todo,
las cartas que los temblores jamás terminarán,
los hilos que yo tiendo para crecer al sol,
los brillos de tiniebla en que me escondo,
la niña en que me pierdo,
los azules dulzores que me esperan...
Todo a la vuelta de la esquina.
Solo hay que abrir la piel y ver.
Una no imagina de lo que lo que lo libra la vida y de lo sorprendente bello que puede haber...
a la vuelta de la esquina.
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