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tiemblen! estamos devuelta.








Estuvimos en la cacería

encendieron la hoguera

no quedo sino polvo

y la certeza de que había que

correr

como locas, como parías, como lobas

ninfas, hadas, brujas heridas.

Sabias antepasadas

descansen

nostras somos sus nietas

y hemos vuelto

esta vez no nos quemarán

Nosotras somos las guardianas del fuego

Y somos agua.
y sabemos los secretos de la vida.
No hay miedo
inventemos otra vez la alegría
sostengamosla
Eso ofende brutalmente a la muerte.
.



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El suspiro

Voy a bordar un camino de pájaros que termine en el nido que me ofrecen tus manos. Voy a tejer un abrigo de luces que termine en la risa que me alberga en las noches. Voy a zurcir mi canto para que suene como un cristal en tus oídos suavecito. Después me dormiré y nada importará porque te quiero.                                                                         El suspiro.

Una de las chicas rebeldes de la literatura

La madre superiora de la orden Jerónima exhortaba a Sor Juana : - Es inadmisible que leáis hasta muy entrada la noche. Debéis comprender que los estudios en las mujeres son cosas que rechaza la Santa Inquisición, porque en ellos no hay nada bueno . La inmediata respuesta de Sor Juana fue. -¡Vos sois una tonta y más que tonta . Escandalizada la madre superiora pidió ayuda al arzobispo de México, amigo de Sor Juana. - ¡Imagínese su paternidad que la susodicha Sor Juana llegó a decirme “tonta y más que tonta”! A lo que monseñor contestó: -Muy bien, madre priora, pruebe su reverencia lo contrario y se le hará justicia. Delfina Careaga

Mi cartografía

Ilustra Peter Revonkorpi Yo, tengo pies visibles con dedos de raíces en espiral y alas invisibles cosidas con nostalgia de siglos, con ellos recorro y sobrevuelo mi mapa, alguien dejó en el árbol de la familia una brújula dormida. Solo sirve cuando quiero ver para atrás. Hay que tener coraje para usarla cuando quiero ir  hacía adelante porque  me lleva a recovecos, encuentros y desencuentros. Me señala territorios de espinas, parajes de desamor, me lleva de nariz hasta mis propios abismos. Entonces la abandono y me dejo guiar por la rosa de los vientos, el canto del gallo, la luna que vive en mi vientre y la voz de mis ancestras que cantan  en mi pecho antiguas oraciones, sigo la huella que me dejaron para honrarlas, ellas caminaron y danzaron antes que yo y  sin embargo ya no son los mismos pasos, ya no invoco las mismas diosas en lo oscuro de la noche cuando estoy perdida, ni voy donde los hombres que las silenciaron, me han nacido los ojos de otro color, y los lunares se d