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Atrapasueños elaborado por Lorena Diaz.
Así como cuando se teje
Vamos a votar.

"Así, tirando la lanzadera de un lado para otro y batiendo los grandes dientes del telar para el frente y hacia atrás, la muchacha pasaba sus días"
La joven Tejedora- Marina Colasanti.



El hilo es un símbolo universal: éste es el que une a los estados de la existencia entre sí, con el principio, representa, además, el hilo de la tradición o de la Sabiduría Perpetua, que se transmite siempre renovada. Por lo general la simbología del acto de hilar o de tejer, se considera la representación de procesos creativos y de crecimiento personal y comunitario.

El hilo se relaciona con la red, la tela, la cuerda y el tejido, para sugerir algún sinónimo de desarrollo humano, del universo en su conjunto.

Hay un gran número de culturas que poseen una o varias divinidades, femeninas o masculinas, relacionadas con el tema de tejer el hilo de la vida de los seres humanos. En la antigüedad, se creía que desde el nacimiento el destino del ser humano estaba determinado por una o por varias diosas.


Algunas de estas diosas, las Parcas de los romanos, las Moiras de los griegos, las Atroz de los egipcios, estaban siempre haciendo algo cósmico o mágico para hilar o tejer un hilo de destino. Diversos pueblos han tenido la creencia de que la vida humana está determinada por diosas sobrenaturales que determinan sobre la vida como si ésta dependiera de un hilo. 
Nuestras culturas indígenas tejen permanentemente y explican en su tejidos la vida cotidiana, las grandes hazañas, la vida espiritual, los sueños, etc.

El hilo tenemos en las manos las mujeres es el  hilo de nuestro destino. Y una manera de tejer lo roto es  ayudar  a hilar la paz con nuestras decisiones, por ello este 02 de  Octubre se hace necesario que las mujeres que hemos resistido y hemos pendido de un hilo....decidamos y demos un a la descocida paz. 


ponemos pétalos, luz, dulce, música, palabras y cargamos con la familia
y todas las violencias

Al igual que las tejedoras que mezclan hilos de colores, entrelazan, anudan, unen y crean una nueva prenda, juntarnos a soñar un país en paz con la decisión por el SI es reconocer nuestras propias luchas. Es aportar a pasar la página y escribir otro capitulo en donde todas y todos podamos participar libremente.

 Es una oportunidad de volver a la palabra negada, salir del silencio que el patriarcado y el conflicto armado impuso a la mujer. Es el momento y espacio  para que reconozcamos nuestros propios  hilos de poder e iniciemos a hilar nuestro propio destino que por años viene siendo manipulado. Es hora de presentar al mundo la Paz que hemos cuidado y que ahora va  a poder volar, correr, trepar, hilarse día a día, libremente. Una Paz que hemos cuidado, pero que es necesario retejer, renombrar y narrar.

 Evoco acá a Scherezada. La mujer que inventa historias al Sultán, la que con sus palabras teje el hilo que une la noche con el día, la muerte con la vida. Scherezada, la mujer que crea la ilusión de que a la vida y la muerte las soportan las palabras, que hace realidad esta ilusión contando mil y un cuentos, y construyendo durante las mil y una noches la imagen de lo infinito.

Scherezada logra con sus palabras calmar la sed de venganza del Sultán y transformar su fascinación por la muerte en deseo vital, porque palabra tras palabra teje el infinito hilo de la vida y enuncia una visión diferente del mundo. 

Por ello mi invocación a esta imagen. Porque una visión femenina de país deberá, por sobre todo, ratificar el predominio de la vida sobre la muerte, las perspectivas incluyente en oposición a los excluyentes, las prácticas de reconciliación, perdón y justicia en lugar de la venganza y el odio. El valor de las palabras y del diálogo frente al silenciamiento y la negación del otro y la otra.


Abre tu puerta a la Paz...

Una visión femenina no sólo de país sino de futuro deberá reconocer la existencia de múltiples miradas; la estética, la ética y la razón como una tríada fundamental en la construcción de proyectos de vida individuales y colectivos, tanto de mujeres como de hombres.

Una visión o cosmovisión femenina será dicha de muchas maneras: teorías, datos duros, narrativas, metáforas. Y como la palabra es interlocución requerirá de otro que escuche. 

Scherezada narra las historias y el Sultán escucha en silencio, retiene las palabras, y ello permite que se enuncie una historia diferente del mundo.

Necesitamos entonces continuar creando las condiciones, narraciones para que las voces femeninas, que no sólo son voces de mujeres, puedan ser escuchadas para enunciar nuevas formas de ser y estar en el mundo. El fin del conflicto será una forma definitiva de ser y estar en nuestro País. Pero sobre todo es la cita con la historia que por largas noches y días hemos esperado. Toma tu hilo, es hora de asegurar la fortaleza de la trama... pon tu mejor sonrisa  
y vamos a Votar !




Comentarios

  1. Eres la hilandera de palabras más linda que conozco. Gracias.

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  2. Mona!!! Quiero que me cuentes ese cuento en Le Petit... extraño tu voz.

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